jueves, 31 de marzo de 2016

Symphony X - Paradise Lost (2007)

Tras la obra maestra que nos regaló Symphony X con "The Odyssey" y una larga gira mundial, hubo que esperar nada menos que cinco años para la salida de este "Paradise Lost". Quizá demasiados años, para una banda que nos tenía acostumbrados a sacar discazos cada dos años. Esta demora en el tiempo, junto al increible nivel del álbum anterior, generó unas expectativas muy altas para este disco.

Lo primero que podemos apreciar en el álbum, es el progresivo endurecimiento de las guitarras, algo con lo que ya habían experimentado en "The Odyssey". El sonido de las guitarras se aproxima en muchos momentos a bandas como Pantera, y las canciones en general suenan realmente cañeras.

Otro cambio apreciable en las primeras escuchas es que las canciones son más accesibles que en álbumes anteriores. En este álbum, la banda se olvida de las grandes composiciones de estructuras innovadoras, y se centra en canciones algo más estándar, más directas y menos progresivas.

Además, en esta ocasión, las melodías y los estribillos son más pegadizos que nunca, algo que a veces se echaba en falta en los discos anteriores, pero ese punto no compensa la falta esas composiciones tan elaboradas y enrevesadas que definieron tan bien el estilo de Symphony X.

Tras la peliculera intro "Oculus Ex Inferni", tenemos el primer cañonazo del álbum, "Set The World On Fire", con un riff potente y cortante, y donde además encontramos el primer gran estribillo del álbum. También podemos escuchar la primera muestra de la habitual batalla de solos entre Michael Romeo y Michael Pinella que se repite varias veces a lo largo del disco.

"Domination" es un tema con una sonoridad más habitual en Symphony X, que comienza con un ritmo de bajo a lo "Sea of Lies", y que empalma con un riff totalmente matador, en el que aprovechan una vez más la complicidad entre teclados y guitarras. En este tema, como en todo el disco, Rusell Allen esta brutal.

La siempre competente sección rítmica de Lepond y Rullo siempre cumple a la perfección, y también tiene hueco para sus pequeños momentos de lucimiento.

"Serpent Kiss" rebaja un tanto la velocidad del álbum, con un riff de aire más progresivo, y unas voces algo diferentes de Russell Allen, no es un mal tema y aporta algo de variedad, aunque se me hace algo repetitivo. Es el single del disco e incluso tiene un vídeo oficial. Personalmente es el tema que menos me convence del álbum.

"Paradise Lost", dando nombre al álbum, es una de esas canciones con tintes épicos y un ritmo más pausado, en el que Russell Allen nos muestra su versatilidad como vocalista. El caso es que no llega al nivel de otros temas similares de Symphony X en otros álbumes. En este punto, se echa en falta también la presencia de uno de esos temas largos tipo "Through The Looking Glass" o "The Odyssey" que la banda sabe hacer tan bien.

"Eve of Seduction" está ubicado de manera inmejorable para "despertar" al oyente tras el hipnótico estribillo anterior, y es sin duda uno de los puntos álgidos del disco. Es un tema accesible, que comienza con un ritmo apoteósico, muy melódico y rápido, que te engancha y ya no te deja escapar. Tiene además el mejor estribillo del disco.

"Walls of Babylon" es un tema más progresivo con aires de banda sonora, y en el que Michael Romeo vuelve hacer las delicias del respetable, tanto a nivel de riffs como de solos. A estas alturas, huelga mencionar que Michael Romeo es un auténtico genio, capaz de sacar de la chistera toneladas de riffs a cual mejor.

"Seven" es otro temazo brutal, con un gran riff y unos ritmos imposibles que se adorna con un gran estribillo, y que casi forma un todo con "The Sacrifice" de aire mucho más épico.

El álbum termina con el tema más largo del disco, "Revelation (Divus Pennae Ex Tragoedia)", y que siendo un gran tema, de nuevo creo que adolece de algo que le eleve a la categoría de imprescindible de la discografía de la banda.

Leo todo ésto, y me sorprendo de poder poner algún pero a este álbum comparándolo con otras críticas que escribo, pero creo que la culpa la tiene el inmenso nivel al que nos tenía acostumbrado Symphony X, y que con el cambio de orientación hacia un mayor público, perdieron algo de la magia anterior. Esta trayectoria se ha ido manteniendo en los siguientes discos, y buena muestra de ello es que los temas antiguos prácticamente han desparecido de los repertorios en directo.

La formación que graba el álbum:

Russell Allen: Voces
Michael Romeo: Guitarra
Mike LePond: Bajo
Michael Pinnella: Teclados
Jason Rullo: Batería

Nota Final: 8,5/10

miércoles, 23 de marzo de 2016

Einherjer - Blot (2003)

Einherjer es una banda noruega que comienza su andadura allá por 1993, y desde un principio centrados en el Viking Metal. Tras la salida al mercado de este "Blot", la banda decide separarse según leí en alguna entrevista, porque nunca podrían sacar un álbum mejor que éste que nos ocupa hoy. Como el tiempo da una perspectiva diferente de las cosas, y la vida da muchas vueltas, la banda decide reunirse otra vez en 2008, grabando desde entonces otros dos álbumes. He de decir que no sé si los pronósticos se cumplieron respecto a la calidad de los nuevos álbumes, ya que no he tenido oportunidad de escucharlos.

En cualquier caso, la comparación que hacen los propios Einherjer con sus discos anteriores, es sin duda acertada, ya que sin ser este "Blot" una obra maestra, supera con creces todo lo que había hecho la banda en el pasado. Atrás quedan unos discos que transmitían un ambiente tabernero, en los que no digo que no hubiese alguna canción que estuviese bien, y más haciendo Viking Metal, pero es que los álbumes anteriores terminaban por hacerse bastante cansinos.

En esta ocasión, dan un giro de tuerca a su estilo, y enfocan el álbum desde un punto de vista más metálico, lo que es sin duda un acierto. El estilo se sigue englobando en el Viking Metal, con esas melodías con regustos folk, orquestaciones bastante épicas, y ritmos con algunos toques bastante Heavies. De hecho en algunos momentos, este álbum me recuerda bastante al rollo que lleva Hollenthon, sobre todo en las partes más sinfónicas. Sin ir más lejos, el tema que abre el álbum, "Ironbound" o "The Eternally Damned" son un buen ejemplo de ello.

Dentro de la variedad de tempos en los que se mueve este "Blot", creo que donde mejor lo hace Einherjer, es en los temas más cañeros. La banda nos muestra su mejor cara en canciones como "Wolf Age", un tema muy melódico y rápido, en el que alternan el protagonismo las melodías de guitarra y de unos teclados muy acertados. El riff principal es cañero y tiene un ritmo bastante inspirado.

Otro de los momentos álgidos del disco es "Hammar Haus". Con ocho minutos de duración, es el tema más largo de todos y tiene un comienzo apoteósico. Posteriormente, el tema va viajando por diferentes partes en las que de nuevo se percibe una posible influencia de bandas como Hollenthon. Hacia el final vuelven a aprovechar el gran comienzo del tema, para dar paso a un final orquestado.

"Ware Her Venom" es otro de los temas que más suben el nivel, gracias a unos ritmos bastante variados y unas buenas melodías. Cierra el apartado de los destacados el "Ride the Gallows", un tema más tranquilo, aunque con un ambiente melancólico y épico a partes iguales que le da bastante personalidad.

El caso es que escuchando el álbum en conjunto, a mí se me hace algo repetitivo, y es que el esquema utilizado por Einherjer, da para lo que da, y las melodías  folk utilizadas, son algo similares entre sí. Quizá abusan un poco de los recursos que tienen, y lo que al empezar a escuchar el disco parecen buenos detalles, como algunos armónicos bien metidos, acaban convirtiéndose en una constante a lo largo del disco.

Las letras están escritas tanto en inglés como en noruego, y las voces que son siempre agresivas, apenas son reseñables ya que no destacan en ejecución, y además se dedican casi en todo momento a seguir la melodía principal.

Un disco apto para los amantes del Metal extremo en general y del Viking en particular, ya que tiene algunos momentos bastante buenos. No será el favorito de tu discografía ni se convertirá en un clásico del género, pero lo podrás disfrutar unas cuantas escuchas.

La formación que graba el álbum:

Frode Glesnes: Voces, Guitarra, Teclados
Aksel Herløe: Guitarra, Bajo
Gerhard Storesund: Batería, Teclados

Nota Final: 7/10

martes, 22 de marzo de 2016

Enslaved - Isa (2004)

En las discografías de todas las bandas que superan un cierto número de lanzamientos, suele haber algunos discos que resultan clave en la trayectoria de la banda, y esto es lo que ocurre exactamente con este "Isa" de los noruegos Enslaved. Si bien, siempre ha sido una banda en constante evolución, podríamos decir que con este álbum dieron con la fórmula que ha sido la base de todos los álbumes desde entonces hasta día de hoy.

A nivel de formación, ya en el anterior "Below the Lights", se había producido uno de los cambios más importantes, al prescindir principalmente por motivos musicales, del guitarrista Roy Kronheim, con la posterior incorporación de Ice Dale. El cambio se completa en este álbum con las importantísimas incorporaciones de Herbrand Larsen en los teclados y voces limpias, y de Cato Bekkevold a la batería, fundamentales ambos para poder llevar la música de Enslaved a un siguiente nivel. De hecho, esta formación se ha mantenido estable hasta hoy.

Enslaved en este álbum, consigue llevar el Black Viking Metal a un estadio superior. Se nota una banda con una madurez brutal, incorporando cada vez más influencias de la música progresiva de los 70, consiguiendo un efecto de fusión que pocas bandas han conseguido incorporar de manera tan natural y original a la música extrema. En sus composiciones, consiguen llegar al perfecto equilibrio entre partes cañeras y agresivas con las partes más complejas y progresivas, aderezadas ambas con secciones muy atmosféricas y algunas melodías más pegadizas que ayudan a hacer realmente memorables las canciones.

Una de las cosas que más me gustan, es que pese a la evolución, Enslaved siguen sonando 100% a sí mismos, y no dejan de ser una banda de música extrema. Sigue habiendo furiosos riffs, con fuertes contrastes en las progresiones, que de alguna manera podrían formar parte de canciones, por ejemplo del "Frost" o de su primer E.P, "Hordanes Land".

Exceptuando la primera y la última pista, que son la intro y la outro respectivamente, los otros ocho cortes son en sí mismos un compendio de las características mencionadas, con lo que hacer una lista de canciones destacadas se hace realmente muy complicado, ya que creo que todas y cada una de ellas tienen alguna parte que las hace especial frente al resto.

No obstante, voy a destacar algunos detalles especialmente relevantes de algunas de ellas.

"Bounded By Allegiance" está sin duda en el Top 3 del álbum, y es una de los temas que mejor recoge la esencia del álbum. Desde el ritmo de comienzo, la canción va evolucionando con unos cambios de ritmo que te dejan de piedra, y según vas escuchando, cada parte parece más cojonuda aún que la anterior, hasta llegar al colofón final.

Algo muy parecida ocurre con "Neogenesis", un temazo de 12 minutos, que va transcurriendo entre partes muy envolventes, alternadas con secciones cañeras y con unas melodías evocadoras, capaces de ponerte los pelos como escarpias. Las baterías en este tema, y en general en todo el álbum, son estratosféricas, y pese al gran trabajo de Cato Bekkevold en todos los discos de Enslaved en los que ha participado, en este en concreto tiene un feeling que me engancha de especial manera.

En la parte más atmosférica del álbum, encontramos "Ascension", que nos ofrece algunas reminiscencias a los discos anteriores, con un final increíble, y sobre todo, "Return To Yggdrasill". que es en sí mismo un auténtico viaje a una dimensión sonora de la que no querrás volver.

Otro de los puntos a destacar de la música de Enslaved, son las armonías que consiguen orquestar en las canciones, con arreglos y líneas melódicas por doquier, que enriquecen la escucha de manera brutal. Por supuesto, la producción está a un nivel muy adecuado para un lanzamiento de estas características y de esta calidad.

Comentar que esta es la última colaboración que hacen con Pytten, el mítico productor de Black y que la masterización del álbum corre a cargo de Peter In de Betou, otro mito de la escena extrema nórdica. Os remito al Metal Archives si queréis echar un vistazo a la extensa nómina de ambos.

Por cerrar el apartado de colaboraciones, mencionar por curiosidad, que en "Lunar Force" hay una colaboración de Abbath de Immortal a las voces, y en "Isa" y "Bounded by Allegiance" hay una colaboración del vocalista de Darktrhone, Nocturno Culto.

Sin duda, un álbum que no puedo dejar de recomendar a cualquier amante del Metal. Una muestra inmejorable de cómo hacer del Metal extremo algo muchísimo más grande sin perder en ningún momento la esencia y el espíritu que esta música demanda.

La formación que graba el álbum:

Grutle Kjellson: Voces, Bajo
Ivar Bjørnson: Guitarra
Ice Dale: Guitarra
Herbrand Larsen: Teclados, Voces
Cato Bekkevold: Batería

Nota Final: 10/10

lunes, 21 de marzo de 2016

Ramones - Ramones (1976)

Hoy quiero comentar el debut discográfico de Ramones. Con ésta, ya son unas cuantas reseñas que hago de los discos de la banda de New York, y aunque a priori nada tienen que ver con la etiqueta "Metal" que completa el nombre de este espacio, no escondo que es una banda a la que le tengo un cariño especial, y durante mi adolescencia fue mi banda favorita.

Ramones se forma como banda en 1974, pero hasta 1976 no haría su debut discográfico con este álbum, que en toda su sencillez, no podía llevar otro nombre que el de la banda, "Ramones". Lo que ha hecho famoso a la banda con el paso de los años, no ha sido nunca ni la calidad de sus músicos ni la complejidad de las composiciones, sino todo lo contrario. La sencillez de una fórmula de "cuatro acordes" por canción, a veces incluso tres, pero con unas melodías frescas y arrebatadoras. Sin duda, el contexto temporal que vivió Ramones, sirvió para el triunfo de esta fórmula que a día de hoy está más que explotada.

El álbum se compone de 14 canciones, aunque la duración del mismo no llega a la media hora. Ninguna canción llega a los tres minutos de duración, y de hecho, sólo una supera los 2:30. Dentro de los temas de este álbum, vamos a poder encontrar algunos de los más famosos y clásicos del grupo. Entre ellos, "Blitzkrieg Bop", con su archiconocida entrada de "Hey Ho, Let's Go" que se convertiría en el lema de la banda.

Según cuenta la historia, este álbum se grabó en tan solo una semana, y costó poco más de 6.000$. Ramones grabaron las canciones tocando todos a la vez, y con unos amplificadores cortesía de Sire Records para la ocasión. La producción es bastante simple, por decírlo de alguna manera. El sonido del bajo destaca por encima del resto de los instrumentos, especialmente en las canciones más cañeras. En las canciones más blanditas, son los arreglos extra los que se llevan el protagonismo. Otro dato es que escuchando el álbum, parece que el sonido del bajo está casi totalmente "paneado" (perdón por el palabro, pero no sé cómo se dice en castellano) al lado izquierdo y el de la guitarra al lado derecho. El sonido de las guitarras es totalmente herrumbroso y tiene un volumen excesivamente bajo.

En este álbum, los Ramones nos dejarían varios de los temas que perdurarían a lo largo de la historia, como la terna de canciones que abren el álbum. El mencionado "Blitzkrieg Bop", el mítico "Beat of the Brat", cuyo edificante mensaje consiste en golpear a un mocoso con un bate de béisbol, y la algo más surfera "Judy Is A Punk", en la que podemos escuchar los primeros arreglos en forma de palmas y coros.

Las voces se encuentran dobladas a lo largo de prácticamente todo el álbum, y también hay alguna incursión de Dee Dee, tanto en los coros, como liderando con su voz de yonki, alguna parte como en "53rd & 3rd", uno de los temas más pesados y de mis favoritos del álbum. Aprovecho para seguir con mi lista de canciones favoritas del disco, con "Today Your Love, Tomorrow The World", con una letra también algo loca, o "I Don't Wanna Go Down To The Basement", que además tiene el privilegio de ser el tema más largo del disco con sus 2:35.

La fórmula "I wanna - I don't wanna" se hace patente en las letras a lo largo del álbum, y está especialmente bien utilizada por ejemplo en "Now I Wanna Sniff Some Glue", o en "I Don't Wanna Walk Around With You", ambas con unas letras de lo más curiosas, y desde luego tan simples como las canciones.

En la parte más melosa del álbum, tenemos el "I Wanna Be Your Boyfriend", típico tema Ramoniano de aire más popero, y como versión el "Let's Dance" de Jim Lee. El resto de temas van todos en la misma onda de los mencionados, pero tampoco creo que venga al caso hacer un repaso canción a canción.

La formación que graba el álbum:

Joey Ramone: Voces
Johnny Ramone: Guitarra
Dee Dee Ramones: Bajo
Tommy Ramone: Batería

Nota Final: 8/10