martes, 20 de mayo de 2014

Vinterland - Welcome My Last Chapter (1996)

Vinterland es una de esas bandas que aparecieron a mitad de los años 90, en pleno auge del Black Metal, grabaron un álbum fantástico y desaparecieron del mapa. Poco o nada se supo de la banda, hasta que en 2011 se reunieron para dar algún concierto. Desde entonces, la banda figura como en activo, pero que yo sepa no han hecho nada nuevo. Los tres músicos que forman Vinterland, han estado involucrados en varias bandas, incluso en alguna participan juntos algunos de ellos, como en Tyrant, una banda de Black Thrash.

El álbum que nos ocupa tiene el premonitorio nombre de "Welcome My Last Chapter". Efectivamente, primero y último. A su manera, este disco se ha convertido en una pequeño disco de culto dentro del underground, motivo que propició la reunión de 2011. A nivel musical, estamos ante un Black Metal melódico, que hoy en día se puede considerar "old school", aunque con ello no debemos pensar en bandas excesivamente primitivas, y debemos enclavar el álbum en 1996, su año de salida al mercado.

Las canciones están repletas de fríos y afilados riffs, cargados con ese sentimiento que sólo podemos encontrar en el puro Black Metal. Vinterland son capaces de mezclar con maestría unas melodías intensas con atmósferas depresivas. La producción es algo sucia pero no demasiado, y es sencillo escuchar la ejecución de los instrumentos con bastante claridad. Los cambios de velocidad en los temas son bastante frecuentes, y tenemos bastantes partes a medio tiempo, con el clásico doble bombo, pero con la caja a media velocidad.

Las melodías son sencillas, pero consiguen el efecto deseado en las canciones, y ponen el contrapunto a la crudeza de las canciones. Las voces son agresivas a lo largo de todo el álbum, y se encuentran dobladas en algunas partes. Las letras tratan temáticas típicas en el Black, como la noche, la muerte, la no-muerte, etc.

Las canciones no son planas, y poseen arreglos con diferentes elementos. Desde guitarras en limpio, a samplers y efectos, pasando por algunos teclados muy sutiles, que siempre quedan en un discreto segundo plano, y el peso de los temas lo tienen los instrumentos clásicos. Comentar que algunos de los teclados están grabados por el omnipresente Dan Swäno, que también fue el productor del álbum.

Los momentos estelares del álbum: "Our Dawn of Glory", "A Vinter Breeze", "As I Behold the Dying Sun" y "A Castle So Crystal Clear". Álbum totalmente recomendado para amantes del Black.

La formación que graba el álbum:

D.F. Bragman: Voces, Guitarra, Bajo
Pehr Larsson: Guitarra, Voces
Andreas Jonsson: Batería

Nota Final: 8,5/10

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