jueves, 20 de febrero de 2014

Iron Maiden - No Prayer For The Dying (1990)

 La edición de este "No Prayer For The Dying" supuso el primer jarrón de agua fría para los seguidores de Iron Maiden. Tras el fantástico y exitoso "Seventh Son of a Seventh Son", y dos años de interminables giras, las tensiones y el ambiente en la banda no es el mejor, provocando incluso la salida de Adrian Smith. Sin duda, este clima de tensión afectó a la inspiración de la banda, y eso se refleja en la calidad de las composiciones del álbum. La entrada del guitarrista Janick Gers, que ya había trabajado con Bruce Dickinson en su primer álbum en solitario "Tattooed Millionare", no logra hacer olvidar al irreemplazable Adrian Smith, tanto en el aspecto compositivo como en el técnico.

Este álbum, es una de esas supuestas "vuelta a las raíces", aduciendo que no querían seguir ahondando en la senda iniciada en "Somewhere In Time", donde aparecen los primeros teclados y sintetizadores. Este parón en la evolución del sonido Maiden fue lo que provocó entre otras cosas la salida de Adrian Smith, y fue motivo también del descontento de Bruce Dickinson, que en esa época, ya andaba pensando más en su proyecto en solitario. El objetivo de hacer un disco más básico y directo fue conseguido, pero el resultado no es el esperado y el álbum, lejos de superar a los anteriores, queda bastante por debajo en cuanto a la calidad de los temas. Uno de los elementos destacables de este álbum, es que no hay ninguno de esos temas largos que tan bien saben hacer Iron Maiden, y sólo en el que da nombre al álbum, y en "Mother Russia" consiguen trasmitir un poco de ese espíritu.

Lo cierto es que el disco no es tan malo como a veces se vende en ciertos foros, aunque en su momento fue lo más flojo grabado por Iron Maiden. En esta ocasión quiero empezar por los temas que menos me gustan del álbum, y que son desde mi punto de vista puro relleno en el álbum. El trío compuesto por "Fates Warning", "The Assasin" y "Run Silent Run Deep", son temas totalmente prescindibles en la discografía de la banda.  En todos encuentro aquí y allá algún riff que me gusta, pero en general no me aportan demasiado. Concretamente, en el caso de "Fates Warning" tiene un riff que me gusta, pero el estribillo es sencillamente horrible.

En un escalón superior pero sin llegar al nivel de temazos, tenemos por ejemplo. "Tailgunner", el clásico tema de Iron Maiden para abrir un álbum. Un tema bastante cañero y que entra muy bien. "Holy Smoke" es un tema que no me termina de convencer del todo, especialmente debido a la manera de cantar de Bruce Dickinson. Es algo que ocurre a lo largo del álbum, y es que se empeña en rasgar la voz en demasiados pasajes, desluciendo desde mi punto de vista unas líneas vocales, que por otro lado tampoco son muy inspiradas en este álbum, ya que por lo general se dedican a seguir fielmente a las melodías de guitarras.

"Hooks in You" es un tema que posee un riff que no termina de llenar aunque luego tiene un estribillo que me gusta, y que suena bastante fresco y novedoso. "Mother Russia" es como decíamos un tema que nos muestra el lado más épico de Iron Maiden, y nos deja una sección instrumental central que nos transporta a lanzamientos anteriores, incluidos esos teclados de los que parecían renergar un poco. "Public Enema Number One", es un tema que parece que pasa desapercibido en primera instancia, pero es una canción bastante completa y con un buen solo, aunque de nuevo destaca la "nueva" voz de Bruce Dickinson, que afea algunos pasajes.

Lo mejor del álbum queda para "Bring Your Daughter To The Slaughter", y la homónima "No Prayer For The Dying". La primera fue compuesta por Bruce Dickinson para su banda en solitario para la banda sonora de "Pesadilla en Elm Street 5", pero finalmente decidieron con buen criterio incluirla en este álbum, ya que a la postre, se convertiría en el primer y único número 1 en la historia de la banda. "No Prayer..." es el mejor tema del álbum con bastante diferencia, y pese a durar únicamente cuatro minutos y medio, es un comprimido de buenas melodías, partes en limpio, un gran estribillo e incluso momentos épicos.

En resumen, este álbum sin ser tan malo como dicen algunas personas, muestra las primeras carencias de Iron Maiden a nivel compositivo y el agotamiento de la fórmula que les catapultó a ser la banda de Heavy Metal más grande y más respetada de la historia.

La formación que graba el álbum:

Bruce Dickinson: Voces
Dave Murray: Guitarra
Janick Gers: Guitarra
Steve Harris: Bajo
Nicko McBrain: Batería

Nota Final: 6,5/10